Genesis 3-5
Es que Dios sabe que el día que comáis de él, vuestros ojos serán abiertos, y seréis como Dios, conociendo el bien y el mal.

Recientemente unos amigos mios se han comprado un Coche, si con mayuscula. Precioso y grande como el morro de un politico.
Llego entonces la tentacion a mi recordandome cuando estuve a punto de comprar el coche de mis sueñós. Un precioso Smart Roadster. No voy a relatar lo que adoro esa pieza maestra del buen gusto y de la ingenieria con un precio asequible, ni sus colores o su forma hipnotica. No.
En realidad voy a hablar de mis instintos cultivados en el seno del Capital. He vuelto a pensar en comprarmelo, eso si ahora de segunda mano. No necesito ese coche, no es el mas util ni es el mas barato. Tendre que cuidarlo y mimarlo perdiendo tiempo pero... LO QUIERO.
Me pasara como Adan y Eva. Que el dia que me lo compre abrire los ojos, y sere como todo Dios, conociendo lo bien limpitos que estan mis bolsillos y el mal, o sea, el banco.
De momento pasando de tener que verle la cara. Aun queda tiempo para la hipoteca y si me tienen que joder que sea por necesidad no por algo que no me hace falta.
Ese coche no lo pagaria con dinero si no con tiempo de mi vida y libertad que sacrificaria en cualquier trabajo basura extra para poder permitirmelo.
De eso nada, al altar del capital las menos ofrendas posibles. Ya se saciara con mi carne pero no va a ser hoy.


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